Inicio TURISMO/CULTURA Después de entregarnos al amor

Después de entregarnos al amor

376

Por Gabriel Gamar

Después de entregarnos al amor
nos quedamos profundamente dormidos;
un manto de estrellas adorna el espacio
y una indiscreta luna llena
ilumina tu rostro a través de la ventana.
Al cabo de un rato
un temor extraño me despierta,
me asomo a la ventana
y con admiración veo el mar de luces amarillas
que iluminan a esta gran ciudad llena de miedos,
de angustias y de prisas;
esta ciudad que nunca duerme
a pesar de los peligros de la noche.
El viento abanica el ambiente con los árboles
y a lo lejos una cortina obscura
envuelve el paisaje nocturno;
Mientras tanto, yo sigo aquí atrapado,
entre estas cuatro paredes de un tercer piso donde,
cuando intento besarte, tú ya no estás…

Artículo anterior¿Cuántas caras?
Artículo siguienteElecciones y acuerdos
Es un sitio digital abierto a todas las ideas, emociones, libertades, política, literatura, arte y cultura. 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario
Por favor ingrese su nombre aquí